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Municiones peligrosas yacen bajo los lagos de Suiza

Suiza ofrece 50.000 francos para soluciones que retiren 12.000 toneladas de municiones sumergidas en sus lagos, evitando riesgos ambientales.

Con la colaboración de científicos, ingenieros y la comunidad en general, es posible que las aguas de los lagos de Suiza puedan volver a ser tan seguras como lo son hermosas, libres de municiones.
Con la colaboración de científicos, ingenieros y la comunidad en general, es posible que las aguas de los lagos de Suiza puedan volver a ser tan seguras como lo son hermosas, libres de municiones.

Durante y después de la primera y segunda guerra mundial, el ejército de Suiza arrojó más de 12,000 toneladas de municiones y material bélico obsoleto o defectuoso en lagos como Thun, Neuchâtel, Lucerna y Brienz, bajo la creencia de que el agua proporcionaría una forma segura de deshacerse de estos explosivos. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos residuos han planteado serios desafíos tanto en términos de seguridad como de impacto ambiental, lo que ha llevado al gobierno suizo a buscar soluciones innovadoras para su recuperación.

El desafío de la recuperación: Tecnología e innovación al servicio del medio ambiente

El principal reto al que se enfrenta Suiza es encontrar un método seguro y ecológico para recuperar estas municiones. Las profundidades a las que se encuentran sumergidas, que pueden alcanzar hasta 220 metros, complican las operaciones de rescate. Además, la visibilidad reducida bajo el agua, junto con la presencia de hierro magnético en las municiones, y la posibilidad de explosiones, aumentan el riesgo. Estos desafíos se ven agravados por la amenaza de contaminación del agua y los sedimentos debido a la toxicidad del TNT y otros componentes de las bombas.

Conscientes de la gravedad de la situación, el Ministerio de Defensa suizo ha lanzado un concurso abierto tanto a expertos como al público en general, con el objetivo de encontrar ideas innovadoras para resolver este problema. El premio, valorado en 50,000 francos suizos (alrededor de 57,800 dólares), se dividirá entre las tres mejores propuestas que logren equilibrar la seguridad con la preservación ambiental.

La convocatoria busca aprovechar la experiencia y tecnología del sector hidrográfico, que ha demostrado ser crucial en la identificación y recuperación de objetos submarinos. El uso de tecnologías avanzadas como el sonar, la magnetometría y la geofísica para mapear el fondo de los lagos podría ser una solución viable. Estos métodos permiten una localización precisa de las municiones, minimizando así el riesgo de dañar los ecosistemas acuáticos durante la recuperación.

Durante y después de la primera y segunda guerra mundial, el ejército de Suiza arrojó más de 12,000 toneladas de municiones y material bélico obsoleto o defectuoso en lagos como Thun, Neuchâtel, Lucerna y Brienz.
Durante y después de la primera y segunda guerra mundial, el ejército de Suiza arrojó más de 12,000 toneladas de municiones y material bélico obsoleto o defectuoso en lagos como Thun, Neuchâtel, Lucerna y Brienz.

Un legado de peligro: Historia de problemas con municiones en Suiza

La preocupación por las municiones sumergidas en Suiza no es un tema nuevo. A lo largo de los años, han salido a la luz varios incidentes relacionados con la gestión de municiones por parte del ejército suizo, que han puesto de manifiesto la necesidad de soluciones más seguras. Un ejemplo notable es la explosión ocurrida en 1947 en Mitholz, un pequeño poblado alpino, donde 3,000 toneladas de municiones almacenadas en una montaña detonaron, causando la muerte de nueve personas y destruyendo gran parte del pueblo. Este trágico evento dejó en claro los peligros asociados con el almacenamiento y manejo inadecuado de material explosivo.

Más recientemente, en 2020, se descubrió que alrededor de 3,500 toneladas de explosivos permanecían enterrados en la misma montaña, lo que obligó a las autoridades a iniciar un proceso de desminado que forzó a los residentes a abandonar sus hogares por un periodo de hasta diez años.

Además, durante la Guerra Fría, Suiza adoptó una estrategia defensiva que incluía minar puentes y túneles clave en caso de invasión. Aunque esta medida fue vista como una protección necesaria, resultó ser peligrosa para la infraestructura civil. En 2011, un incendio en el Túnel Gotthard, provocado por la colisión de dos camiones, demostró lo precario de esta estrategia, ya que grandes cantidades de explosivos almacenados cerca del túnel complicaron las labores de rescate.

Hacia una solución sostenible: El papel de la comunidad y la ciencia

La recuperación de las municiones sumergidas en los lagos suizos es una tarea compleja que requerirá tiempo y una inversión significativa. Se estima que el costo total de la operación podría ascender a miles de millones de francos, dado el volumen y las condiciones en las que se encuentran las municiones. Sin embargo, antes de que se pueda llevar a cabo cualquier acción, es necesario desarrollar un plan detallado que contemple todos los aspectos técnicos y ambientales.

El concurso lanzado por Armasuisse, la Oficina Federal de Armamentos, es un paso importante en esta dirección. La fecha límite para la presentación de propuestas es febrero de 2025, y los ganadores se anunciarán en abril del mismo año. Aunque no se espera que las ideas ganadoras se implementen de inmediato, estas podrían servir como base para futuras investigaciones y proyectos de remediación.

El involucramiento de la comunidad y de expertos en diferentes campos es fundamental para encontrar una solución que no solo elimine los riesgos actuales, sino que también proteja los frágiles ecosistemas de los lagos alpinos. La preservación del entorno natural es una prioridad para Suiza, un país que ha construido su identidad en torno a la belleza de sus paisajes y la pureza de sus recursos hídricos.

La recuperación de municiones sumergidas en los lagos alpinos suizos es un reto que requiere una combinación de tecnología avanzada, creatividad e innovación. Este proceso no solo mitigará los riesgos para la seguridad pública, sino que también contribuirá a la preservación del medio ambiente, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de los paisajes únicos de Suiza. La participación activa de la comunidad y el enfoque en soluciones sostenibles serán clave para el éxito de esta ambiciosa empresa.

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