Curiosidades del Mundo

A 85 años de la Segunda Guerra Mundial: Causas e impacto

Exploremos las raíces de la Segunda Guerra Mundial, la rivalidad entre comunismo y nazismo, y cómo Europa permitió la escalada del conflicto más trágico de la humanidad

El 1 de septiembre de 1939 marca el inicio de la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más devastador de la historia de la humanidad. Este acontecimiento ocurrió apenas 21 años después de la Primera Guerra Mundial, una catástrofe humanitaria que ya había dejado al mundo en ruinas. Para comprender cómo se llegó a esta situación, es esencial analizar las causas que llevaron a este conflicto global y cómo quedó configurado el mapa mundial después de la primera guerra de esa magnitud.

Las secuelas de la Primera Guerra Mundial y el resentimiento alemán

La Primera Guerra Mundial dejó a las potencias vencedoras, principalmente Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, con un dilema: ¿qué hacer con Alemania? En 1919, el Tratado de Versalles intentó dar respuesta a esta pregunta. Sin embargo, este tratado, que se suponía que aseguraría la paz mundial, dejó a Alemania debilitada y con un resentimiento profundo. Este resentimiento fue clave para el surgimiento del nazismo y, eventualmente, para el estallido de la Segunda Guerra Mundial. El Tratado de Versalles forzó a Alemania a ceder el 13% de su territorio, lo que generó un sentimiento de injusticia que fue hábilmente explotado por Adolf Hitler en su ascenso al poder.

Durante la guerra, cerca de 18 millones de hombres sirvieron en la Wehrmacht. (Nombre por el cual era reconocido el ejército alemán en su idioma)

El aislamiento de Alemania y la lucha de poderes en Europa

Desde el final de la Primera Guerra Mundial, Alemania quedó aislada en el nuevo orden internacional. Sin embargo, en 1922, el Tratado de Rapallo entre Alemania y la Unión Soviética marcó un intento de romper ese aislamiento. Este acuerdo permitió a Alemania entrenar a sus tropas en suelo soviético, lo que alarmó a las potencias occidentales. Este tipo de acuerdos hicieron que Gran Bretaña reconsiderara su postura hacia Alemania, buscando reincorporarla a la comunidad internacional para evitar que se alineara con el comunismo.

Durante la década de 1920, Alemania fue incluida en la Sociedad de las Naciones y participó en acuerdos de paz internacional, lo que parecía un intento de estabilizar Europa. Sin embargo, la situación se complicó en los años 30, con la llegada de Hitler al poder. Hitler, un firme anticomunista, vio en el rearme de Alemania una oportunidad para reforzar su poder y hacer frente a la amenaza bolchevique. En 1935, Gran Bretaña firmó un acuerdo naval con Alemania, lo que permitió a Hitler reconstruir su flota de guerra, dando inicio a una escalada militar que muchos veían como un muro de contención contra el comunismo.

La escalada hacia la guerra y el pacto con la Unión Soviética

A medida que la década de 1930 avanzaba, la política de apaciguamiento de las potencias occidentales permitió a Hitler ganar confianza. Tras su participación en la Guerra Civil Española, donde Alemania probó su armamento, Hitler se sintió lo suficientemente fuerte como para reclamar territorios y restaurar el imperio alemán. El primer paso fue la anexión de Austria en 1938, seguida de la Conferencia de Múnich, donde los líderes de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania decidieron la partición de Checoslovaquia sin la participación de su presidente ni de Stalin, el líder de la Unión Soviética.

Cerca de 70 millones de personas lucharon en las fuerzas armadas de los países aliados y del Eje.

Sin embargo, el giro más inesperado en la política internacional ocurrió cuando Alemania y la Unión Soviética firmaron el Pacto de No Agresión Ribbentrop-Molotov en 1939. Este pacto no solo facilitó la invasión y partición de Polonia, sino que también empujó a Hitler a enfrentarse a Occidente. Francia y Gran Bretaña, que habían garantizado la defensa de Polonia, se vieron obligadas a declarar la guerra a Alemania, iniciando así la Segunda Guerra Mundial.

La historia de cómo comenzó la Segunda Guerra Mundial es un recordatorio de las complejas interacciones entre poder, ideología y diplomacia que marcaron el siglo XX. Los resentimientos acumulados tras la Primera Guerra Mundial, las estrategias de las potencias europeas y el ascenso de regímenes totalitarios como el nazismo, fueron piezas clave en el desencadenamiento de uno de los conflictos más terribles de la historia.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba